viernes, 10 de abril de 2015

En el punto de partida. Rocio Jurado

Aunque parezca irreverente lo que voy a decir. Hace unos años experimente algo único y que ahora me he enterado que ya es irrepetible. Hace años estuve en Finisterre y tuve el privilegio de escuchar a a "la vaca de Fisterra", esto es, la sirena que desde el faro del cabo de Finisterre avisaba a los barcos de la proximidad de la costa en los dias de niebla. Desgraciadamente las muevas tecnologias han "callado"  la "Vaca" y ya no se escucha su atronador mugido.
Era este sonido lo mas impresionante que he escuchado nunca, estremecedor, potentísimo, con una profundidad de graves que te hacia resonar interiormente y vibrar todas las vísceras. Entre lo aterrador y lo conmovedor. Un sonido que te hacia sentirte pequeño e indefenso ante tanta potencia, ante tanta fuerza sonora.
Pues bien, salvando las distancias y haciendo una difícil comparación, asi es para mi la voz de Rocio Jurado, calificada, y sin duda no exageradamente, como "la más grande". Esta cantante de copla ha dominado el mundo de dicho estilo musical desde que irrumpió en el y hasta su muerte, Ha sido referencia de las que pasaron por detrás, maestra y compañera buscada por todos aquellos que querían ser algo en tan difícil mundo, imitada, admirada, parodiada.
Es indiferente el mundo del "colorin" que la rodeaba, sus matrimonios con boxeador y torero, las excentricidades de sus hijos. Sin duda su personalidad, su poderío, su interpretación y su "chorro" de voz se superponen a todo eso.
Dejo aquí "en el punto de partida", preciosa canción de amor, copla que no se ni cuando ni en que disco fue publicada pero es que es un buen botón de muestra del quehacer de la malograda Rocio Jurado.

Yo te busco, 
en el mundo que me ahoga, 
que me abraza y que me olvida, 
en la prisa de la gente, 
a la vuelta de la esquina, 
y tú te escapas como el pez de las orillas 
como el día de la noche 
siempre cerca y no se miran, 
nunca se miran... 

Y yo quisiera, 
encontrarnos cara a cara, 
retomar desde la herida, 
atravernos desde cero, 
sin reservas ni mentiras, 
y entregarse sin temores, 
a la luz de un nuevo día, 
siempre en busca de iluciones, 
por la huella de la vida. 

Y me enfrento por las noches, 
a una cama muy vacía 
y la lleno con historias, 
aventuras y malicias 
luego viene tu recuerdo, 
y su canción de despedida 
y me encuentro noche a noche, 
en el punto de partida, 
en el punto de partida... 

La mañana me despierta, 
y desayuno un nuevo día 
y lo pinto de colores, 
por si vuelves vida mía 
y me disfrazo de poeta, 
de juglar de Andalucía 
y te busco por las calles, 
y la gente ni me mira... 

Y de nuevo por las noches, 
esta cama tan vacía 
que la lleno con historias, 
aventuras y malicias, 
luego viene tu recuerdo 
y su canción de despedida 
y me encuentro noche a noche, 
en el punto de partida... 

( Yo me encuentro cada noche en este punto de partida. 
Yo me encuentro cada noche en este punto de partida.) 

Cada noche yo me encuentro en este punto de partida. 

(Yo me encuentro cada noche en este punto de partida. 
Y cada noche yo me vuelvo al mismo punto de partida.) 

Cada noche yo me encuentro en este punto ... 
de partida.





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