domingo, 13 de diciembre de 2015

Tatuaje. Concha Piquer

Incomparable este tema, enorme, alucinante, absolutamente majestuoso y muchos calificativos más se le podrían poner a este "Tatuaje" de Valerio, León y Quiroga, compuesto en 1941 e interpretado magistralmente por Concha Piquer,  "la Piquer", la mayor interprete de coplas que en el tiempo ha sido.
Es éste un estilo musical que, como ya dije en otro tema que incluí interpretado por Carlos Cano, fue muy denostado durante mucho tiempo por considerarse afín al franquismo y a la casposidad cultural de la dictadira. Sin embargo, reivindicado años más tardes, la copla presenta historias como estas repletas de amargura, de tragedia, de dolor. Canciones redondas con letras auténticamente poéticas que crean unas imágenes de gran plasticidad, que son capaces de plasmar en pocos minutos una historia entera, como si de una buena película se tratara. Preciosos "microrelatos" dramáticos de los que "Tatuaje" es un buen ejemplo.
Impagable la imagen de sangrar lentamente de mostrados en mostrador con la copa de aguardiente, buscando sin nunca encontrar...

Él vino en un barco, de nombre extranjero. 
Lo encontré el puerto un anochecer, 
cuando el blanco faro sobre los veleros 
su beso de plata dejaba caer. 
Era hermoso y rubio como la cerveza, 
el pecho tatuado con un corazón, 
en su voz amarga, había la tristeza 
doliente y cansada del acordeón. 

Y ante dos copas de aguardiente 
sobre el manchado mostrador, 
él fue contándome entre dientes 
la vieja historia de su amor: 
Mira mi brazo tatuado 
con este nombre de mujer, 
es el recuerdo del pasado 
que nunca más ha de volver. 

Ella me quiso y me ha olvidado, 
en cambio, yo, no la olvidé 
y para siempre voy marcado 
con este nombre de mujer. 

Él se fue una tarde, con rumbo ignorado, 
en el mismo barco que lo trajo a mí 
pero entre mis labios, se dejó olvidado, 
un beso de amante, que yo le pedí. 
Errante lo busco por todos los puertos, 
a los marineros pregunto por él, 
y nadie me dice, si esta vivo o muerto 
y sigo en mi duda buscándolo fiel. 

Y voy sangrando lentamente 
de mostrador en mostrador, 
ante una copa de aguardiente 
donde se ahoga mi dolor. 
Escúchame marinero, 
y dime que sabes de él, 
era gallardo y altanero, 
y era más rubio que la miel 

aMira su nombre de extranjero 
escrito aquí, sobre mi piel. 
Si te lo encuentras marinero 
dile que yo, muero por él.





1 comentario:

  1. Excelente cancion, dificil no dejarse influir con tus comentarios de la cancion, y bien justificados, porque es hermosa

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